Conversación en la Oscuridad.
a mi querida Jaleh
Las media noches, cuando enfermo sigo despierto
Y no hay luz que nazca ni de la aguja
y la suave cancion de tus respiros mas hondos
Acompaña el tiple y el bajo de mi corazón
al son del reloj.
Entonces, veo que aunque mis pensamientos se suspenden en su soledad,
Mi corazon, en el hueco de mi pecho, nunca esta solo .
Suave, inclino mi cabeza de tu lado de la cama
Y beso suavemente tus pestañas que encierran un sueño
sientes el peso de este beso sobre tu ojo y sonries.
Beso calidamente tu mejilla
Y aunque el clamor de tu risa ya rebota en mi oreja,
en las olas oscuras de la noche,
tu rostro alegre no emerge.
Silencioso, prendo un fósforo
para iluminar tu rostro,
pero rapido, la chispa rojo sulfurico,
naciendo y callendo entre mis dos dedos enegrecidos,
Muere en el giro de su baile
Y de nuevo, densa oscuridad
se asienta en nuestra pequeña recamara.
Me digo que: aparte de ese breve instante-
momento en que se entrevio ese rostro tuyo que tanto amo
-Mis ojos no tienen la fortuna de ver.
Como un niño temiendole a la oscuridad
cavo un camino hacia tu beso
Y petrificado por algo que no puedo nombrar,
deslizo este murmuro en tu oreja:
dulce entre las creaturas más dulces de este mundo
¡Oh amiga, corazón, madre, compañera en este viaje!
¡Lanza un alarido para que incluso la fria muerte
no nos deshaga en el instante prometido!
Pues sabemos los dos que en el bullicio
de un mundo amotinado de multitudes,
Y todo lo que vale sobre el horizonte sin fin
si tenemos algun destino, es nuestra soledad.
Y esta casa, mas chiquita que un barco, nos vierte
a los afligidos, en el oceano del exilio.
Pero en el alarmante horizonte de este oceano,
la noche prevalece
sin desvelar camino alguno en la oscuridad
hacia mañana.
Nader Naderpour